Son muchos los que critican el notable cambio de look de Miley Cyrus: la artista ha pasado en muy poco tiempo de ser, la niña que interpretaba a Hannah Montana, a convertirse en una sexy adolescente que canta sobre los escenarios de medio mundo vestida con poca ropa.Sin ir más lejos, el pasado lunes 6 de junio la veíamos subida en el escenario Mundo de Rock In Rio, donde vestía con un agresivo corsé negro. Estas críticas por el cambio de vestuario de la joven artista se han reforzado al publicarse su más reciente videoclip, "Can't be tamed", por las imágenes subiditas de tono que contiene.
Ahora que parece que ha conseguido alejarse de su personaje Disney, las malas lenguas dicen que su vestuario provocativo y "ligero" no es propio de una chica de 17 años. Pero Miley prefiere no agobiarse con tanta crítica y responde que simplemente viste acorde con su música. Al parecer, se lo toma con calma y afirma que se siente bien en su piel: "No estoy tratando de transmitir una imagen obscena", explicaba la actriz y cantante en una reciente entrevista en Ok Magazine.
La artista trataba así de responder a tanto comentario sobre su nueva imagen con ese vestuario, calificado de provocativo y ligero, y aclarando que no hay ninguna intención oculta por su parte de explotar su cuerpo.
"No trato de vestir como una prostituta. Mi intención no es ir a una discoteca y ligarme a un grupo de tíos", explica la actriz. "Lo único que estoy intentando es que concuerde mi música con la forma en la que me visto".
Confesaba también que se cuida muchísimo para mantenerse en forma y poder ponerse "lo que quiera" para sentirse cómoda con su cuerpo. "Me siento a gusto vistiendo con algo menos de tela. Así he sido siempre", añade Miley. "Ahora tengo la posibilidad de hacerlo con un poco más de libertad. Así soy yo ahora".
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