
Según Manuel Rigoberto Paredes, autor del libro “Mitos, Supersticiones y Supervivencias de Bolivia” San Juan Bautista es el santo bajo cuyo amparo se descubren los secretos del porvenir y se obtiene el incremento de bienes.
Se conmemora la fiesta encendiendo grandes fogatas para que el santo los bendiga con salud, fertilidad y prosperidad.
En las zonas rurales mantienen la creencia de que el fuego de San Juan limpia la tierra para que al pasar del tiempo se cubra de pasto verde y flores.
Paredes enumera una serie de costumbres que se practicaban y algunas que siguen practicándose, sobre todo en el campo, entre las que figuran las siguientes:
El fuego y el agua son dos elementos que se ponen en acción durante esta fiesta, por lo que en algunos lugares, a pesar del frío intenso, las personas acostumbran lavarse la cara y el cuerpo con abundante líquido y echadse agua unas a otras.
Según algunos estudiosos el jugar con agua tiene una relación con la fertilidad agrícola y biológica. Generalmente esta costumbre es practicada entre los jóvenes, como una forma de coqueteo.