
"Me siento orgulloso de decir que soy un hombre homosexual afortunado y me siento bendecido por ser como soy". Con esta frase cierra el puertorriqueño una carta abierta que ha publicado en su web oficial dirigida a todos sus seguidores.
"Si alguien me pregunta hoy día: ¿Ricky, de que tienes miedo? le respondería que "de la sangre que corre por las calles de los países en guerra… de la esclavitud infantil, del terrorismo, del cinismo de algunas personas poderosas, de la interpretación equivocada de la fe.” ¿Pero miedo a mi verdad? Para nada. Todo lo contrario. Me llena de fuerza y valor -afirma el cantante en relación a su salida del armario-".
Eso es lo que necesito precisamente ahora que soy el padre de dos preciosos niños, tan llenos de vida y cuyas miradas me enseñan nuevas cosas cada día. Seguir viviendo como he hecho hasta ahora indirectamente ocultaría esa luz que emana de mis hijos desde que nacieron. Se acabó. Eso tiene que cambiar. Se suponía que esto no iba a pasar hasta dentro de 5 ó 10 años, pero va a pasar hoy. Hoy es mi día, esta es mi hora y este es mi momento".
"Durante años, sólo ha habido un lugar donde he estado en contacto con mis emociones sin ningún temor, y ese ha sido el escenario -explica el intérprete de La bomba-. Subirme al escenario llena mi alma de muchas formas, casi completamente, es mi vicio. La música, las luces, el jaleo de la audiencia son elementos que me hacen capaz de todo. Este subidón de adrenalina es increíblemente adictivo. Y no quiero dejar de sentir esas emociones. Pero es la serenidad la que me trae hasta aquí ahora mismo. Un asombroso lugar de emociones, de comprensión, reflexión y aclaración. En este preciso instante, me siento tan libre como cuando estoy sobre un escenario, sin duda alguna, y necesito compartirlo".
Pues ya lo veis; si alguna guardaba la esperanza aún de poder seducir al que un día fuera el cantante más guaperas del mundo, que vaya cambiando de idea...
"Durante años, sólo ha habido un lugar donde he estado en contacto con mis emociones sin ningún temor, y ese ha sido el escenario -explica el intérprete de La bomba-. Subirme al escenario llena mi alma de muchas formas, casi completamente, es mi vicio. La música, las luces, el jaleo de la audiencia son elementos que me hacen capaz de todo. Este subidón de adrenalina es increíblemente adictivo. Y no quiero dejar de sentir esas emociones. Pero es la serenidad la que me trae hasta aquí ahora mismo. Un asombroso lugar de emociones, de comprensión, reflexión y aclaración. En este preciso instante, me siento tan libre como cuando estoy sobre un escenario, sin duda alguna, y necesito compartirlo".
Pues ya lo veis; si alguna guardaba la esperanza aún de poder seducir al que un día fuera el cantante más guaperas del mundo, que vaya cambiando de idea...