La polémica estrella sigue inmersa en una original gira con la que actúa cada noche en un país distinto durante una intensa semana. Además de presentar su nuevo disco, "Unapologetic", con esta experiencia la cantante ha recibido un importante número de penalizaciones en los aeropuertos que pisa, donde su avión privado despega con retraso cada día debido a las fiestas que organiza para los fans y periodistas que la acompañan en el vuelo. En total, la cantante ya ha tenido que pagar 250.000 euros (320.000 dólares.
"Rihanna llega tarde a cada concierto, lo que afecta a toda la planificación. Esto es una consecuencia directa de que Rihanna quiere estar al mando de todo, así lo justifican los organizadores. Su equipo tiene que hacer llamadas desesperadas a los aeropuertos durante la noche y cada hora que se retrasa tiene que pagar nuevas autorizaciones para volar, lo que también conlleva costes en los aeropuertos privados, ya que hay personal de aduanas, de equipaje y de seguridad que tienen que seguir trabajando. Esta gira acabará costando una fortuna", reveló una fuente al periódico británico The Sun.
Uno de los últimos vuelos de la gira, el que la llevó de Ciudad de México a Toronto, se retrasó cuatro horas, y más de tres cuando despegó de la ciudad canadiense hasta Estocolmo, donde llegó más de dos horas tarde a su concierto. Durante el fin de semana el asunto no mejoró, ya que se pudo ver a Rihanna disfrutando de la noche parisina el sábado hasta las cuatro de la mañana con P. Diddy, Cassie, Akon y Pharrell Williams.
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