Profesionalmente, Rihanna no puede pedir más: su gira mundial con Loud está siendo un gran éxito, el lanzamiento de un nuevo álbum Talk That Talk está teniendo una gran acogida, We found love es número 1 en varios países y continua con grabaciones de videoclips, promoción, entrevistas… Con este nivel de estrés, el pasado 25 de noviembre ya casi sin fuerzas, y antes de ofrecer su concierto en Dublín, tuvo que llamar a Beyoncé, quien le dio ánimos para concluir la gira –que traerá a la artista a España el próximo 14 y 15 de diciembre- y después tomarse un años sabático.También su amiguísima Katy Perry le ha pedido “que pare y se tome un descanso” e ingrese en un centro de rehabilitación para superar su dependencia del alcohol, tal y como publica Showbiz Spy. La californiana ha comentado que “Desde que se separó de Chris Brown, Rihanna se siente muy mal consigo misma y ha decidido comenzar a automedicarse a base de alcohol y no está mejorando”. Lo más importante es que la de Barbados es consciente de su situación y agradece que tanto Katy como su esposo Russell quieran ayudarla, porque “sabe que debe dejar que la ayuden si no quiere convertirse en la próxima Amy Winehouse”.
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