Los asistentes al concierto que Jay Z ofreció el pasado sábado en el neoyorquino barrio de Brooklyn se llevaron una enorme sorpresa cuando, en mitad del show, la mismísima Beyoncé subió al escenario para interpretar junto a su marido el hit 03 Bonnie & Clyde. Se trataba del último de ocho recitales que el rapero ha ofrecido durante su residencia en el estadio Barclays Center, y sin duda la presencia de su esposa fue un perfecto broche final.
La cantante interpretó también conocidísimos éxitos como Diva, Young forever y Crazy in Love, y en momento de la actuación Jay Z se entusiasmó tanto que comenzó a propinarle azotes en el trasero. Más tarde, el artista reconoció que la presencia de su mujer le hizo perder la concentración: "Estaba mirando a Beyoncé en el monitor y me distraí. De pronto pensé '¡oh mierda, debería estar rapeando ahora!'". Reconforta ver como, después de tantos años, la pareja ha conseguido mantener encendida la llama de la pasión.
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