
Según informa el diario británico The Guardian, después de haber interpretado apenas un par de canciones, la joven de diecinueve años fue alcanzada por la primera botella e inmediatamente abandonó el escenario, para regresar a los pocos minutos exigiendo al público un poco de respeto. Sin embargo, el respetable no escuchó sus quejas, y pronto la cantante se vio amenazada por una lluvia de botellas que acabó por poner fin a su actuación antes de tiempo. Más adelante, la artista comentaba el asunto en Twitter: "Gracias por vuestros mensajes de apoyo, lástima que alguna gente tuviera que estropearlo todo.
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