El fotógrafo Simon Emmett lo tenía muy fácil, pero ha conseguido sacar aún más el lado sexy de Rihanna para la portada de la revista GQ en el Reino Unido del próximo mes de enero. La de Barbados domina la portada con su familiar cabellera rojiza, una pose más que sugerente y un conjunto de lencería no apto para cardíacos. En el reportaje interior aparece tumbada sobre un lecho de flores o comiendo de una forma muy sugerente unas fresas con nata.En la entrevista concedida habla sobre su turbulenta relación con Chris Brown, de la que ya se ha “liberado” y confiesa, por ejemplo: “Fui testigo cuando esto le ocurra a mi madre y yo dije que nunca dejaría que me pasara, pero después me ha sucedido”. También admite que puede que las mujeres no la ven con buenos ojos por vestir tan sexy: “La gente ve mi trasero y mis pechos y eso puede ser un poco irritante”. Y entre otras perlas, admite que le gustaría tener hijos, pero no por ahora ya que su carrera es su prioridad.
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