Lo positivo atrae lo positivo. En el caso de Rihanna parecía todo lo contrario. La cantante había entrado en un bucle negativo: Primero, la muerte de su abuela; actuaciones canceladas; demasiadas fiestas... Por eso ha decidido parar, tomarse un respiro, ver las cosas desde fuera y con otra perspectiva.
Se ha ido de vacaciones y como acompañante ha elegido a Drake, ese rapero con el que se la relacionó tras su sonada ruptura con Chris Brown y el mismo chico que protagonizó una intensa pelea con Brown en un club nocturno de Manhattan el pasado mes de junio. Según el tabloide británico The Sun, los artistas, junto a otros amigos, van a alquilar un velero para pasar una semana por la costa francesa.
El diario cuenta que la celebrity se ha gastado 100.000 dólares en esta escapada y piensa llenar el barco de botellas de champagne.
Al parecer una fuente cercana a la cantante ha reconocido a este periódico que las vacaciones "es justo lo que necesita después de unos meses tan duros". La la muerte de Dolly, la abuela de la celebrity que murió hace unas semanas tras perder la batalla contra el cáncer, hizo que ésta pasara por una mala racha.
Seguro que tras este tiempo, la musa de Barbados regresa con energías renovadas y mucha más fuerza.
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